domingo, 17 de octubre de 2010

Receta para el amanecer del sábado

Una noche larga con alguna sorpresa.
Hora y media enfriando las calles de Valladolid.
Un taxi, pero éste no, esperamos al siguiente, ese que nunca llega.
Un trozito de una enorme cama, sábanas blancas
Unas gotas de tu colonia en mi piel.
Una mano recorriendo mi espalda de arriba a bajo.
Muchos abrazos, besos infinitos.
La mejor estación: la de tu pecho.
Muchas Risas y mentiras que cuentan demasiadas verdades.
Pocas horas de sueño, hoy no hace falta soñar.
Dos brazos enlazados a mi, a la hora de despertar.
Un café solo y dos croissant
Un Baño relajante para dos.

http://www.youtube.com/watch?v=hjZS_CDeeQw