lunes, 28 de febrero de 2011

Piruletas y Botellas

Siempre he pensado que si alguien me hacía la típica pregunta: "¿Tú qué coleccionas?"
Mi respuesta sería un gesto extraño, acompañado de la palabra "nada".
Cosa, que me parecía a mí misma, demostrar poco interés.

Pues bien, hoy entro en mi habitación y demasiadas cosas iguales llaman mi atención
Repartidas por muchas esquinas de estanterías
Rincones donde no llega el plumero, botes de lápices. . .
Si. Tengo miiiiilessss de botellas y piruletas!!!
Y a casi todas les pongo un momento y un recuerdo.

Desde aquel viaje relámpago a Madrid en febrero de 2005 (día que se incendio el Windsor)
Pasando por esa última cerveza con C y M en el Berlanga (diciembre 2009)
Botellitas de Bacardi de Little bottle (noches para recordar)
De cristal azul, tan monas ellas, que rellenas de tiza de colores parecen jarrones. . . Fruto de una comida en un italiano.
Otras, que sólo con el nombre de dónde provienen recuerdan un lugar. . . Oviedo, Segovia.
Obviamente, las más abundantes son las de la máquina de la biblioteca, esas con rima fácil.



Y de las piruletas. . .
Creo que pudo empezar un 14 de febrero de 2006, recibida del camarero del bar en el que nos pasamos el día estudiando un examen de derecho.
De M tendre otras tantas (siempre compraba en grandes cantidades y repartía)
Incluso de A. recibí una, aquella noche de verano que acabamos jugando al trivial en mi casa.
O de lo enanos a los que siempre les llevo.




Supongo que incoscientemente lo he hecho por no tirar a la basura o mandar al fondo de mi estómago, bonitos recuerdos.

jueves, 17 de febrero de 2011

PARA CREER EN ALGO, PRIMERO HAY QUE DUDAR

He dudado tanto, que no me quedan fuerzas para creer en nada.

¿Y ahora qué?
Me paro en la cuneta a revisar.