jueves, 27 de septiembre de 2012

Pulgas en el camino

Hace unos días, hablaba con un amigo de la adolescencia.
Que ha vuelto hace relativamente poco de su rincón de castigo.
Sobre lo ocurrido y pasado todo este tiempo sin vernos.

Obviamente de primeras siempre dices: ¡Estoy bien, muy bien!
Pero la conversación avanza y salen las perlas a relucir.

Perlas, porque es todo lo que nos ha traido hasta aqui.
Y ante todo, orgullosos de lo que somos a día de hoy.

Esa, esa es la razón me ha hecho venir a dejarlo por escrito.
No quiero decir que nos hayamos llevado más palos que el resto
Más escarmientos, peores ratos...No.

Que solo de lo malo se aprende.
Pero que ya nos hemos tropezado suficiente para empezar a disfrutar.
Que yo me planto.
Que no quiero aprender más, hasta dentro de un tiempo.
Que todo me da igual,
Que me disparen, balas o flores.